Ingredientes:
– 200 grs de harina
– 2 cucharadas de avellanas
– 120 grs de mantequilla a temperatura ambiente
– un huevo
– 80 grs de azúcar glas
– una cucharada de canela
– una pizca de sal

Para el relleno
– 400 grs de puré de calabaza bien escurrido
– 350 mls de leche evaporada
– 70 grs de azúcar
– un huevo
– una pizca de: jengibre molido, clavo y canela en polvo
– unas semillas de anís
– una cucharada de harina
– una pizca de sal

Preparación:
Un ratito antes de montar la tarta, preparamos la masa para que pueda reposar el tiempo necesario antes del horneado. Tostar las avellanas y las picamos hasta dejarlas reducidas a polvo o en trocitos mínimos. En un cuenco grande batimos la mantequilla con el azúcar glas, trabajamos con varillas eléctricas y cuando estén cremosos y bien mezclados, incorporar las avellanas y también la pizca de sal.

Luego, agregamos la harina tamizada con la canela y mezclar sin amasar demasiado. Formar una bola y dejamos en el frigorífico durante media hora aproximadamente. Forrar luego un molde con la masa bien estirada, pinchar el fondo y las paredes y se deja en el frigorífico de nuevo. Precalentar el horno a 200 grados. Para el relleno, mezclar todos los ingredientes en un cuenco y trabajar con la batidora hasta obtener una crema lisa. Incorporar las semillas de anís y volcamos sobre el molde. Hornear durante diez minutos y bajar luego la temperatura a 160 grados y hornear durante cuarenta minutos.

Fuera del horno, dejamos enfriar del todo antes de desmoldar. Servir a temperatura ambiente y acompañar con helado de vainilla.

Esta receta es original del blog “¿Qué comemos hoy?” de Laura Vichera.