Hoy aprenderemos a preparar un entrante que también nos puede servir para las comidas festivas que aún nos quedan: tartar de fuet. No es el típico tartar de salmón, atún o carne, vamos a preparar una receta de tartar de fuet con yema curada. Además, al utilizar un embutido curado, seguro que gusta a todos los que tienen reparo en comer la comida cruda de los típicos tartares.

Ingredientes:

– Medio fuet de calidad decente
– 2 tomates
– Media cebolla morada
– Aderezo opcional: limón, mostaza, miel, soja, etc.
– Aceite de oliva virgen extra

Para las yemas curadas

– Yemas
– Sal
– Azúcar
– Pimentón de la Vera

Elaboración del tartar de fuet con yema curada:

1. Empezaremos curando las yemas que utilizaremos para coronar el tartar de fuet. Eellenamos un recipiente que podamos cerrar herméticamente con mitad sal, mitad azúcar y una cucharadita de Pimentón de la Vera. Llenamos la mitad del recipiente y hacemos unos huecos donde pondremos las yemas. Las yemas tienen que estar lo más limpias posibles, es decir, no deben tener nada de clara. Con cuidado de que no se rompan, colocamos las yemas en los huecos y cubrimos (con cuidado) con el resto de la mezcla de sal/azúcar/pimentón.

2. Cerramos el recipiente y dejamos curar las yemas tanto tiempo como queramos. Con unas 3-4h tendremos unas yemas duras por fuera pero poco cuajadas por dentro, perfectas para nuestro tartar de fuet. Si queréis dejar las yemas curando varios días, es recomendable meterlas en el frigorífico. Al cabo de varios días, las yemas estarán totalmente curadas.

3. Ahora toca preparar el tartar de fuet. Le quitamos la piel, lo cortamos en rodajas no muy finas y lo ponemos en la picadora. Pelamos y cortamos la cebolla en trozos grandes y la ponemos junto con el fuet. Trituramos con la picadora hasta tener pequeños trozos. También podemos picar finamente el fuet con el cuchillo. Vertemos todo en un bol y reservamos.

4. Seguimos el mismo procedimiento con los tomates, los cortamos y los metemos en la picadora, sin pasarnos, igualmente queremos trozos de tomate, no un puré. Dejamos el tomate picado sobre un colador amplio durante un rato para que escurra el exceso de agua porque si no el tartar de fuet nos quedará muy aguado.

5. Una vez que tengamos el tomate escurrido, lo agregamos al bol donde tenemos el fuet junto con una cucharada de aceite de oliva virgen extra y, si queremos, podemos añadir un poco de aderezo. Removemos para que los ingredientes se impregnen bien del aderezo y dejamos reposar unos 30 minutos en la nevera (tapado con film).

6. Servimos el tartar de fuet con un aro de emplatar de unos 10 cm y coronamos con las yemas curadas que hemos preparado (simplemente hay que sacarlas del recipiente y lavarlas ligeramente con agua para quitarle los restos). El toque final se lo daremos con un chorro generoso de aceite de oliva virgen extra.

Si quieres ver las imágenes del proceso, pincha aquí para ver la entrada completa en el blog de Guillermo Osorio ‘No me comes nada’.