¿ESTÁ en plena operación biquini? ¿Intentando perder esos kilos de más que hemos acumulado y disimulado bajo la ropa de invierno? Pues si le gusta el vino, está de enhorabuena. Una famosa bodega riojana, Familia Martínez Bujanda y la doctora María Jesús Chinchertru, endocrina del Hospital de La Rioja Viamed Los Manzanos, han unido sus conclusiones sobre qué tipo de vino es más beneficioso para la salud y cómo se debe consumir para obtener los beneficios que aporta. Dependiendo del tipo de vino y de cómo se consuma repercutirá mejor en nuestra salud.

El vino es más que un mero alimento. La endocrina María Jesús Chinchertru explica que su principal aporte beneficioso son los antioxidantes. “Por su elaboración, el vino tinto es más antioxidante dado que la fermentación alcohólica se realiza mientras el mosto está en contacto con la piel y las pepitas, zonas altas en resveratrol, el mejor antioxidante”, apunta.

Entonces… ¿El vino engorda? La relación entre el vino y el aumento de peso se aborda a menudo y desde Familia Martínez Bujanda, aseguran que el vino tinto es el que más se consume en España. “Es cierto que existe una preferencia por consumir más vino tinto, debido a tradiciones heredadas como la influencia de Rioja o Ribera”, afirman desde la bodega. Casualmente, también se trata de la variedad que ayuda a adelgazar.

“El aporte calórico del vino, como bebida alcohólica, es alto; se trata del nutriente con mayor densidad calórica (7 kcal/g), después de las grasas, y es superior a los hidratos de carbono y las proteínas”, explica la endocrina. “Pero el vino tinto, a diferencia del blanco, posee una propiedad muy especial: activa un gen que impide la formación de nuevas células de grasa y, al mismo tiempo, estimula las existentes para depurarlas gradualmente, eliminándolas de nuestro cuerpo”. Así contribuye a la pérdida de peso siempre que se tome durante las comidas. La doctora Chinchertru añade que, como bebida alcohólica, también es la más indicada para elevar los niveles de ácidos grasos omega 3.

Independientemente del tipo de vino que se tome, el consumo recomendado oscila entre una o dos copas al día, pero siempre acompañadas de alimentos. También se ha especulado con que tomar una copa de vino tinto en la cena es el mejor momento del día para su consumo, debido a que sus propiedades vasodilatadoras disminuyen posibles eventos cardiovasculares nocturnos. Pero Chinchertru apunta que “lo verdaderamente cierto es que, ya sea en el almuerzo o en la cena, el vino siempre resulta más beneficioso tomándolo acompañado de alimentos debido a su efecto hipoglucémico”.

Ya en 2012, científicos de la Universidad de Purdue, en Indiana (Estados Unidos) desarrollaron un estudio en el que se demostraba que un compuesto del vino tinto ayuda a reducir el peso: se trataba del piceatannol, un antioxidante similar en estructura al resveratrol. Los científicos de la universidad norteamericana descubrieron que este compuesto es capaz de bloquear los procesos celulares que permiten el desarrollo de las células grasas. Desde entonces, se han abierto nuevas vías de investigación para el control de la obesidad centradas en este compuesto existente en el vino tinto.
La idea es utilizar el piceatannol para retrasar la generación de células adiposas, así como para impedir el crecimiento y desarrollo de las que ya están formadas. Se estima que ingerir una copa de vino al día reduce hasta en un 30% las probabilidades de padecer obesidad, y la causa sería la acción del piceatannol.

Además de ser beneficioso para prevenir la obesidad, el consumo moderado de vino tinto tiene otros beneficios para la salud. Los flavonoides, moléculas antioxidantes igualmente presentes en el vino tinto, ayudarían a protegernos contra las enfermedades cardiovasculares, especialmente contra los infartos de miocardio y la arteroesclerosis (endurecimiento de las arterias por depósitos de placas de colesterol). Numerosos estudios demuestran que la ingesta de una copa de tinto al día reduce considerablemente la posibilidad de sufrir este tipo de dolencias.

Aunque los consumidores de esta bebida se conformen con disfrutar de ella, los beneficios para la salud que se obtienen gracias al vino empiezan también a formar parte de la experiencia enológica a la que se acerca el consumidor.
Por supuesto, estos estudios destacan que el excesivo consumo de vino al día produce muchos más perjuicios que beneficios. Así que… ¿vino tinto? Sí. ¿Todos los días? Sí. ¿Una o dos copas? Sí. ¿Abusar del vino? Nunca.