Tiramisú casero – receta
Ingredientes:
- 200 g de bizcochos de huevo
- 250 g de queso mascarpone
- 1 taza de café
- 2 cucharadas de azúcar
- Cacao en polvo
Preparación:
Lo primero que haremos será preparar un vaso de café bien cargado y lo dejaremos enfriar.
Mientras tanto, montaremos las claras a punto de nieve. Ya os he contado en más de una ocasión cómo hacerlo y siempre os digo que, aunque de primeras es complicado hacerlo manualmente, acabas cogiéndole el truco. Para ello, en un bol echamos las claras, separándolas de las yemas (estas las reservamos en otro bol) y, con unas varillas (manuales o una batidora de varillas), vamos batiendo con energía. Primero irán apareciendo burbujas de aire en las claras y poco a poco las claras se irán tornando blancas empezando a formar una espuma. En este momento incorporaremos 1 cucharada de azúcar y seguimos batiendo sin parar hasta que veamos que podemos formar “picos” con la clara y que estos no se diluyen de nuevo. Para saber que las claras están a punto de nieve, bastaría con darle la vuelta al bol y ver que no se cae nada.
En el bol donde hemos puesto las yemas, echamos la otra cucharada de azúcar y batimos con las varillas hasta que el azúcar esté completamente integrado con las yemas y la mezcla se haya espesado y aumentado de volumen. Este proceso se conoce como “blanquear yemas” y, si queréis que sea más fácil, podéis usar azúcar glass.
Una vez tengamos las yemas blanqueadas, vamos incorporando el queso mascarpone cucharada a cucharada, batiendo constantemente para integrar homogéneamente. Después del mascarpone, iremos incorporando poco a poco las claras montadas a punto de nieve y, con ayuda de una lengüeta de plástico o una espátula de madera, haremos movimientos envolventes de abajo a arriba para que se vaya mezclando todo lentamente sin que se desmonten las claras. Una vez mezclado todo, reservamos la mezcla.
Vertemos el vaso de café en un plato llano e iremos mojando los bizcochos de huevo hasta que estén bien empapados (sin pasarse, que no queremos que se desmoronen). Sobre una fuente rectangular, colocaremos una capa de bizcochos mojados en café, intentando dejar los menos huecos posibles. Sobre ellos, pondremos una capa de la crema de queso mascarpone hasta cubrirlos completamente. Repetiremos el proceso con otra capa de bizcochos mojados en café y otra de mascarpone.
Ahora el tema de espolvorear el cacao en polvo por encima del tiramisú. Podéis echarlo en este momento o esperar a que el tiramisú esté frío y vayamos a servirlo. Yo suelo espolvorearlo justo antes de servir pero lo dejo a vuestra elección. Por tanto, primero taparemos el tiramisú con un film transparente y lo dejaremos reposar en la nevera hasta que enfríe. Con unos 4-6 horas sería más que suficiente pero recomiendo dejarlo un día entero para que tenga más sabor.
A la hora de servirlo, espolvorearemos el cacao por encima con ayuda de un colador. Lo ideal es utilizar cacao puro en polvo pero yo para las fotos de la receta usé un cacao para chocolate a la taza que tenía en la despensa.
Y listo, servimos bien frío y a comer.
Si quieres ver las imágenes del proceso, pincha aquí para ver la entrada completa en el blog de Guillermo Osorio “No me comes nada“