Ingredientes:
-Tortas de Aceite con romero y tomillo Inés Rosales
-Morcilla de Burgos
-Medallones de queso de cabra
-Cebolla caramelizada

Preparación:
Antes de que me echéis la bronca al ver el bote de cebolla caramelizada en las fotos (en vez de hacer cebolla caramelizada casera), deciros que la idea de la receta es preparar algo rápido en 5 minutos y, si nos ponemos a hacerla de forma casera, perdemos el objetivo de la receta. Pero si os queréis animar, seguro que os queda una tosta mucho más sana Cortamos la morcilla en rodajas de buen grosor y no le quitamos la piel para evitar que se deshaga. Ponemos una sartén a fuego medio-alto con un chorrito de aceite de oliva virgen extra y, cuando esté caliente, ponemos las rodajas de morcilla. Con un par de minutos por cada lado será más que suficiente para que se hagan (nos debe de quedar una capa crujiente en el exterior, pero jugosa por dentro).

Lo ideal es poner a la plancha los medallones de queso de cabra para que queden calientes y cremosos. De todas formas, si los preferís tal cual vienen, os podéis saltar este paso. Si ponemos los medallones de queso de cabra tal cual en la sartén, es bastante probable que se derritan con el calor y se deshagan del todo. Para evitar esto y que nos queden como los vemos en los bares/restaurantes hay que tener en cuenta el siguiente truco Tendremos que meter en el congelador los medallones durante una hora más o menos y sacarlos justo cuando los vamos poner vuelta y vuelta en la sartén. De esta manera, conseguiremos que el interior esté lo suficientemente frío para que no se derrita. De hecho, incluso podéis Ipasar por un pelín de harina los medallones antes de congelarlos (esto es algo que he leído, pero aún no he probado). Resumiendo, una vez que tengamos las rodajas de morcillas listas, pasamos vuelta y vuelta en la misma sartén los medallones de queso de cabra recién sacados del congelador. Dividimos las tortas de aceite en 4 y ponemos en cada porción una rodaja de morcilla, un medallón de queso de cabra y, coronando la tosta, cebolla caramelizada al gusto. Y a comer antes de que se enfríen. En 5 minutos tenemos unas tostas de morcilla, queso de cabra y cebolla caramelizada perfecta para una cena informal.

Si quieres ver las imágenes del proceso, pincha aquí para ver la entrada completa en el blog de Guillermo Osorio “No me comes nada”