¿Existe alguien que consiga dar el mismo sabor a cada vinagreta que prepara? Para quienes todavía tengan problemas para manejar ese arte de precisión, aquí encontrará la regla de oro para recordar cómo crear la base perfecta de su ensalada. Se trata de la fórmula 3:1, que consiste en añadir por cada tres cucharadas de aceite oliva, una de vinagre; de esta manera, las ensaladas de este verano serán toda una delicia para el paladar.

Una vez se consiga hacer esta mezcla con los ojos cerrados, se podrá añadir al aliño cualquier combinación de hierbas, especias y condimentos dependiendo de cada ensalada. No obstante, es una mezcla ideal para condimentar otros platos como sopas, verduras asadas o cocidas, etc.
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El aceite de oliva es el ingrediente clave de esta fórmula, un elemento indispensable en la cocina que se encarga de proporcionar un toque culinario sin igual al aliño de cualquier ensalada. Quien siga la fórmula 3:1 logrará un aliño perfecto cada vez que lo prepare. Sin embargo, no todo es tan fácil y existen excepciones para esta fórmula. En función del tipo de vinagre y la fuerza que éste tenga, se ajustará después la proporción de aceite de oliva a utilizar (un vinagre balsámico, cuyo sabor y textura son más ricos y profundos, se mezclará en menor proporción con el aceite de oliva).
Por otro lado, el resultado final de la mezcla también dependerá del gusto de cada uno. No obstante, como punto de partida, con la fórmula 3:1 el consumidor podrá decidir si prefiere un sabor más o menos ácido.
Algunos consejos
– Tener siempre en mente la regla de oro 3:1
– Los ingredientes empleados deben mantener una temperatura, ya que cuanto más frío esté el aceite de oliva, más difícil resulta conseguir una correcta fusión
– Nunca usar un cuenco de aluminio para hacer el aliño, puesto que la acidez propia de la vinagreta puede generar una reacción con el metal y trasmitirle a la mezcla un desagradable sabor metálico
– Si se quiere usar zumo de lima, limón o naranja, es mejor mezclarlo con el vinagre que directamente con el aceite de oliva
– No utilizar demasiado las hierbas o especias
– Si se usa más vinagre del deseado, añadir un poco de miel -mejor que azúcar- para equilibrar el sabor
– A la hora de mezclar, agitar bien los ingredientes en un envase que permita cerrarse o batirlos hasta conseguir la textura deseada