Un sabroso recorrido junto al río
En verano, las ciudades costeras explotan la frescura de las aguas que las bañan. Sevilla, ciudad interior, guarda uno de sus encantos a lo largo y ancho del caudal que la atraviesa: el Guadalquivir. En estos días de calor sofocante, no hay nada mejor que disfrutar de una comida con las excelentes vistas que proporciona el curso del río. En sus orillas se concentran, aproximadamente, una decena de restaurantes.
El recorrido comienza con el restaurante Barqueta Sevilla, ubicado junto al puente del mismo y la calle Jiménez Becerril. Desde el mes de abril, fecha de su apertura, cuenta con un menú desde 30 hasta 45 euros. Como novedad, han incorporado una carta con platos para compartir, donde se indica el número apropiado de personas para cada uno de ellos. Esta medida para paliar la crisis en nada afecta a la típica comida andaluza servida en este establecimiento, que busca combinar lo tradicional con la cocina creativa. El restaurante cierra durante el mes de agosto; sin embargo, la terraza del Barqueta Sevilla sigue abierta proporcionando una surtida variedad de tapas para todos los gustos, contemplando de lejos lo que fue la Expo 92.
Sin perder de vista la belleza de las aguas del Guadalquivir, avanzando hasta otro puente, esta vez el de Isabel II, se encuentra El Faro de Triana. Este restaurante actúa como auténtica atalaya para atisbar, desde su altura, la noche en la ciudad, acompañados de las solicitadas y variadas ofertas en pescaíto frito y con un precio de 9 y 15 euros, respectivamente, para media ración y ración. Para los que no lleguen a tiempo de subirse a la terraza superior, con una capacidad para 50 personas, no está todo perdido. Se mantienen las mismas tarifas en las distintas zonas del establecimiento.
El restaurante Abades, hacia la mitad de la calle Betis, es una construcción que no deja indiferente a nadie. El comedor acristalado mantiene el contacto vivo entre río y comensales durante el disfrute de sus distintos menús, de los 30 euros en adelante, a la vez que llena de elegancia cualquier evento. Además de la variedad en cuanto a platos, tanto de carne como de pescado, en su carta está incluida una selección de caviar. El amplio surtido de champán, vinos y cavas lo hacen un lugar digno para los amantes de la enología. Su terraza, en la plaza superior, proporciona una vista deslumbrante y la tentadora posibilidad de refrescarse en su piscina. *
Con un larga lista de personalidades que han pasado por él, Río Grande es un restaurante clave en la ciudad. Localizado en el inicio de la calle Betis, tiene una vecina de lujo: la Torre del Oro. Ofrece una postal llena de encanto tanto al mediodía como al anochecer. En sus instalaciones cuenta con un buen número de salones, cada uno con su particular decoración. El arroz y los pescados, sus especialidades, se combinan a la perfección con un postre de elaboración propia que sirve de guinda: el helado de Pedro Ximénez. El menú, preparado por el chef José Luis Pérez Baena, parte de los 40 euros. Cuenta con varias terrazas; no obstante, los que quieran deleitarse con un espectáculo que traspasa fronteras pueden visitar La Bitácora, homenaje a la cultura de los grandes ríos del mundo.
Pero el Guadalquivir tiene platos apetitosos y comidas suculentas a ambos márgenes. Puerto Delicia, enclavado en el Paseo de las Delicias, es parada obligatoria de todo turista que quiera dar a su estancia en Sevilla un toque moderno y minimalista. En esta época del año sus emplazamientos estrella son la terraza del restaurante, el bar restaurante y la terraza Mumm The Club. Aunque no hay que perder de vista sus distintos salones, cada uno con un color concreto, que tiñen de vanguardismo la degustación del menú (desde los 45 a los 69 euros, según el tipo). Su carta contempla un menú infantil, a 15 euros, con tres variantes: carne, pescado o pasta. El horario de cocina es sólo nocturno, de 21:00 a 00:30.
Otro de los restaurantes imprescindibles en cuanto a vistas es Nantara Puerto, emplazado en el Muelle de las Delicias, que recoge la tradición portuaria de Sevilla y alterna la comida típica andaluza con una cuidada presentación. El buey asturiano, los productos del cerdo ibérico procedentes de Jabugo y los pescado y mariscos de las costas cercanas son algunos de los protagonistas de su carta. Para dar comodidad a sus comensales también ofrece aparcamiento público.
De espaldas a Sevilla, pero siguiendo el curso del Guadalquivir, se encuentra el restaurante Sevruga, en la Avenida de Andalucía de Coria del Río, que une el gusto por un menú bien hecho con la sensación de sentirse como en casa. Los distintos menús van desde los 35,50 a los 47 euros, previa reserva. El salmorejo es el plato que nunca falta en su mesa. Se complementa con los vinos de Rioja y del Condado de Huelva.